El pladur se convierte en un elemento irreemplazable para la reforma de otros elementos y secciones del espacio interior, tales como paredes y suelos. El pladur nos permite nivelar superficies, ocultar imperfecciones y tuberías y, de ese modo, podemos crear con él formas muy variadas, tanto de ángulo recto, como curvo. Con este material conseguimos plasmar las creaciones más arriesgadas como arcos, columnas y nichos. Sobre la superficie de pladur se puede aplicar prácticamente cualquier material de acabado en construcción, lo cual eleva, aun más, nuestras posibilidades de crear espacios interiores únicos.